lunes, 12 de mayo de 2008

Una mente maravillosa

Ahora sí: os ofrezco el análisis de la película que he hecho para Teoría de la Comunicación y de la Información. Que lo disfrutéis.

INTRODUCCIÓN

A beautiful mind es una espléndida obra cinematográfica ganadora de 4 Oscar de la Academia (mejor película, director, actriz de reparto y guión adaptado), dirigida por Ron Howard y producida por su fiel colaborador Brian Grazer.

En esta apasionante trama, el actor Russell Crowe interpreta de una forma magistral a John Nash, brillante matemático quien, al borde del reconocimiento internacional, se ve repentinamente implicado en una misteriosa conspiración. Ahora, sólo su dedicada esposa (Jennifer Connelly) puede ayudarle en su sobrecogedora historia de coraje, pasión y triunfo.

Una mente maravillosa ofrece la perspectiva de un genio que se descubre a sí mismo. Su enfermedad había quedado sepultada a lo largo del tiempo por la falta de contacto con la sociedad que le rodeaba. El personaje al que representa, John Nash, es real. Nació en 1928 y recibió el Premio Nobel de Economía en 1994 por sus aportaciones a la Teoría de Juegos y los procesos de negociación. Dicha teoría consiste en utilizar modelos para estudiar interacciones en estructuras formalizadas de incentivos (los llamados juegos) y llevar a cabo procesos de decisión.

La interpretación de Russell Crowe resulta excelente, sacando a relucir al joven solitario con una enorme capacidad intelectual que fue el mismísimo Nash, así como con sus mismas dificultades para relacionarse.

El tema principal de tal éxito televisivo abarca la locura del protagonista y profundiza en sus emociones, su personalidad y el desarrollo de su vida.


INICIO

“Debe haber una explicación matemática para una corbata tan fea”.
Esta es la primera frase de Una mente maravillosa. John Nash aparece como una persona retraída, tímida e insegura que, sin embargo, no tiene reparos en comentar lo que piensa. De ahí sus problemas para relacionarse con la gente. Él mismo afirma varias veces a lo largo de la película que no le suele caer bien a los demás.

John piensa que las clases embotan la mente y destruyen el potencial de la creatividad. Se guarece en su despacho entre hojas y más hojas buscando constantemente la idea que le haga excepcional, que le haga destacar por encima de los demás, y considera que esto no se consigue asistiendo a clase.

Hay una escena en la que el protagonista trata de acercarse a una chica. El resultado es una bofetada causada por el mal empleo del lenguaje hacia el sexo femenino. No utiliza los códigos de comunicación adecuados, es demasiado espontáneo y explícito. La mujer queda ofendida debido a la directa mención sobre su deseo de tener sexo con ella.

Las oportunidades se van acabando a medida que pasa el tiempo. Todos los compañeros de Nash van entregando trabajos mientras que él continúa en la inquebrantable búsqueda de una idea más original, innovadora y sobresaliente. Su compañero de habitación le apoya en su investigación ahí fuera, no en los libros.

Charles Headman, el compañero, es un personaje que demuestra aprovechar la vida: estudia y sabe divertirse. La amistad entre ellos es posible gracias a la confianza que da a nuestro protagonista, quien le acaba considerando su mejor y único amigo. Desde su entrada en la vida de John se encargaría de animarle y alegrarle a través de un lenguaje predominantemente jovial.

En una tarde de ambiente festivo, Nash se halla sumido en sus cálculos cuando es abordado por otros compañeros. Estos le señalan a una chica rubia y cuatro morenas, comentando quién se quedara con la rubia pero él, en vez de plantearse la más mínima intervención afectiva, procede a reflexionar sobre las probabilidades de éxito de conseguir a esa chica sin ofender a las demás. Esto le hizo reconsiderar la afirmación del padre de la economía moderna, Adam Smith, de que en la competencia la ambición individual beneficia el bien común. Llega a la conclusión de que es mentira, ya que la ambición tanto individual como grupal sería la que permitiría alcanzar el bien común. De esta forma logra elaborar una teoría que le transformaría en un hombre reconocido.


NUDO

Comienza la acción. Surge una nueva y misteriosa personalidad: William Badger. Se caracteriza principalmente por llevar un sombrero de copa. Entra en escena para pedirle ayuda a Nash, aludiendo que es, de forma innata, el mejor descifrador de claves que existe. Le convence sólo con sus persistentes palabras de que tiene la misión de proteger a toda costa su información de los rusos.

A continuación, tenemos a la mujer que ocuparía el corazón de Nash, Alicia. El primer encuentro personal es breve: ella va a su despacho y le pide una cita con el tono dulce y embriagador del que se sirven las mujeres para conseguir lo que quieran.

En la fiesta a la que asisten, tiene lugar un cierto proceso de seducción en el que Alicia llama la atención de su pareja con una sencilla frase: eh, estoy aquí, mírame a mí, a lo que John responde con una pícara sonrisa y su siempre dubitativa voz: debo practicar la interacción y la conducta social.

Más tarde, se da el momento en el que se produce un claro acercamiento emocional entre hombre y mujer. Nash le dice a Alicia que diga cualquier forma de objeto o animal y se la dibuja en el cielo uniendo las estrellas visualmente. Este gesto hace que sus manos se toquen y sus cuerpos se aproximen.

La mayor demostración del carácter y forma de expresión del protagonista se manifiesta en la escena en la que se halla junto a Alicia frente al río y ella le pide que pruebe a hablar, a contar lo que se le pase por la cabeza. “Es que pulir mis interacciones para que sean sociales requiere un gran esfuerzo, tiendo a acelerar el flujo de información siendo directo y no he tenido buenos resultados”. “Pruébalo”, implora ella. La respuesta es determinante: “Te encuentro atractiva y tus insinuaciones indican que sientes lo mismo, aún así el ritual requiere una serie de actividades platónicas antes de hacerlo, yo estoy siguiendo dicho protocolo pero la curda realidad es que quiero practicar el coito contigo lo antes posible. ¿Vas a abofetearme?”. El resultado, para sorpresa de John, es un beso. En esta ocasión, ambos han entrado en una relación interpersonal de las más profundas: la de pareja.

Sin embargo, el miedo y las paranoias empiezan a gobernar paulatinamente a John Nash. Se siente perseguido, envía cartas sin recibir respuesta y acaba incluso suplicándole a Alicia que se vaya a casa de su hermana. En plena conferencia, en la que no hacía más que tartamudear, señal de desconcentración absoluta y temor, huye de unos trajeados hombres que logran atraparlo y lo llevan al psiquiátrico.


DESARROLLO

La grieta se ensancha. “En el mundo de John esas conductas suelen aceptarse, se fomentan, así que su enfermedad lleva sin ser tratada mucho más tiempo de lo normal, puede que desde la universidad, al menos fue entonces cuando empezaron sus alucinaciones”, le dice el psiquiatra a Alicia. John Nash es definitivamente declarado como esquizofrénico. La relación entre marido y mujer se hace más complicada y el bebé está en peligro pero Alicia no le deja, no le abandona, continúa a su lado. El lazo de amor se mantiene por encima de toda complicación.

Sobrecogedora la escena en la que Alicia intenta abrir los ojos a su esposo. Él va de blanco, lleva el atuendo propio del psiquiátrico; ella va de negro y mantiene constantemente una tristísima expresión de ojos llorosos. John se autolesiona buscando en su brazo los datos numéricos que creía tener implantados para protegerse de los rusos.

Especialmente horripilante resulta el tratamiento que habría de llevar: se ve al paciente tumbado en la cama con la mirada perdida y acometido por unos temblores que le hacen rebotar en la cama varias veces seguidas de forma totalmente convulsiva. En casa, la impotencia llega a hacerle romper un vaso y un espejo a Alicia, después de lo cual suelta un grito desgarrador. Nash se va abriendo poco a poco a la realidad a partir del diálogo que tuvo con el psiquiatra:
- Es un problema, solo eso, un problema sin solución, y eso es lo que hago mejor.
- Esto no son matemáticas, no puede inventar una fórmula para cambiar el modo en que ve el mundo. – responde el psiquiatra.
- Tan solo tengo que reeducar mi mente.
- No hay ningún teorema, ninguna prueba, no se recuperará porque su mente es la que ha originado el problema.

Nash recurre a un viejo amigo, Martin, para tratar de integrarse de alguna forma. Su explicación (“Alicia y yo creemos que integrarme, formar parte de una comunidad me beneficiaría mucho… que cierto nivel de compromiso, lugares familiares podrían ayudarme a deshacerme de esas ciertas alucinaciones que tengo”), sobre la que no tenía muchas expectativas, resulta convencer a Martin, que desde que ve entrar a John por la puerta le muestra una cordial sonrisa.

Otra escena totalmente visual ofrece a Nash caminando y atravesando la universidad cuando todo el mundo a su alrededor se pone a reírse de él por sus andares, lo imitan y se burlan de él. Se observa una situación penosa e incómoda.


DESENLACE

John se da cuenta de que tanto su compañero de habitación, Charles Headmen, como el enigmático hombre del sombrero de copa, William Badger, son falsos, son alucinaciones, no pertenecen al mundo real sino que se encuentran únicamente en su mente. Desde joven le había estado acompañando la esquizofrenia y, sin embargo, su aislamiento en materia de relaciones se atribuyó al típico estereotipo del genio, que suele ser una persona tan polifacética como reservada.

Se produce el choque con la realidad. Se da cuenta de que no tuvo compañero de piso, de que la adorable sobrina de este a la que se suponía que había abrazado repetidamente no existía y de que él mismo no era ningún espía que debía escapar de los rusos, como le hizo creer la ilusión de William Badger. En especial, se da cuenta de lo importante que ha sido Alicia en su vida, cuyo apoyo fue fundamental para mantenerle en pie.

La imagen más reveladora de la recuperación y la inserción social de John se sucede cuando un alumno acude a él para exponerle una teoría que ha elaborado y acaban el chico y dos más recibiendo una clase de nuestro protagonista.

A raíz de esta breve clase, John siente la necesidad de ser útil y se da cuenta de que tiene la oportunidad a través de la enseñanza. Consigue un puesto como profesor de la universidad y poco antes del final de la película vemos en una escena cómo se despide de sus alumnos y cómo estos salen del aula con una sonrisa y saludándole.

- Y que pasa con las… ya sabes… ¿han desaparecido? – le pregunta un amigo a John, refiriéndose a las alucinaciones.
- No, no lo han hecho, y puede que jamás lo hagan pero me he acostumbrado a ignorarlas y como resultado creo que se han hartado de mí. Eso es lo que pasa con nuestros sueños y pesadillas, Martin, hay que alimentarlos para que sigan vivos.
- Pero John, ellos te persiguen.
- Son mi pasado, Martin, a todos nos persigue nuestro pasado.

Este diálogo es el último que tiene el protagonista en la película antes de serle comunicado que iba a recibir el Premio Nobel de Economía. No obstante, John se dio cuenta de que en realidad Thomas King, persona que se encargó de transmitirle tal evento, estaba allí para ver si su estado mental era aceptable. Tras darle la rotunda respuesta: “estoy loco, tomo unos medicamentos nuevos pero sigo viendo cosas que no existen, aunque elijo no admitirlas, como una dieta mental: elijo no satisfacer ciertos apetitos, como mi apetito por buscar patrones, como mi apetito por imaginar y soñar…”, todos los que se encontraban en la sala procedieron a realizar uno de los actos de mayor honor hacia un hombre: cada uno de ellos dejó su bolígrafo enfrente de él formando una fila y dándole la enhorabuena por su trabajo.


CONCLUSIÓN

El culmen de esta obra maestra del cine se da en la conferencia de los Premios Nobel que se celebra en Estocolmo, Suecia, con un discurso de Nash hacia su público: “Siempre he creído en los números, en las ecuaciones y la lógica que llevan a la razón pero después de una vida de búsqueda me digo, ¿qué es la lógica?, ¿quién decide la razón? He buscado a través de lo físico lo metafísico, lo delirante, y vuelta a empezar, y he hecho el descubrimiento más importante de mi carrera, el más importante de mi vida: sólo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica. Estoy aquí esta noche gracias a ti, tú eres mi única razón de ser, eres todas mis razones. Gracias."

Así, John Nash pasó gran parte de su vida buscando la felicidad continuamente pero tuvo tiempo de darse cuenta de que su esposa era la que le daba todo lo que necesitaba: su afecto, su comprensión, su ayuda, su apoyo, su amor eterno e incondicional. El lazo que los une encarna la más elevada y hermosa de las relaciones personales.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto esa peli un montón de veces y me encanta ^^

Es la primera vez que entro a tu blog, despues de verlo un montonazo de veces, pero es que soy mu floja...

Adivina quién sooooooooy!!!???

Dile a tu novio que tú me quieres más a mí!!! *_*

Un tipo cualquiera dijo...

Me ekivoqué y el comentario q iba a poner akí lo puse al texto anterior...
:(
Pues eso y un beso wapa!

Anónimo dijo...

gracias muchas graciaas !

Anónimo dijo...

PADRICIMO,EN LO PARTICULAR JOHN NASH ME ES UNA PERSONA EXTREMADAMENTE GENIOSA Y UNICA,ES MI IDOLO,¿COMO TUVO TANTA FUERZA DE VOLUNTAD Y LUCHO CONTRA SU PROPIA MENTE? CLARO,LA PELI REFLEJA UN POCO DE SU VIDA PERO LO QUE SI FUE Y ES MUY IMPORTANTE PARA EL Y COMO LO DIJO FUE ALICIA,JHON NASH ES UN EJEMPLO MAS PARA NOSOTROS NO LES PARESE?