jueves, 17 de septiembre de 2009

Jum...

He probado a poner Onda Cero por internet porque tengo que escuchar el informativo de las 20:00 y quería asegurarme de que puedo acceder y se escucha bien.
Lo he dejado puesto, y me ha resultado irónico/curioso/una gran coincidencia, el hecho de haberme puesto a buscar a través de la página de la universidad un par de libros para un trabajo y justo entonces uno de los tertulianos ha pregunta: ¿acaso los niños de hoy van a una biblioteca?, y han procedido a debatir acerca del tema.
Y yo en ese mismo momento apuntando el nombre de los dos libros, toda orgullosa de haber encontrado algo y sonriéndome a mi misma escuchando sus palabras.

¿Por qué transcribo esto? Porque para eso estoy, para transmitir todo tipo de sensaciones tan alucinantes como cotidianas (para el caso es lo mismo, pues pocos hechos se salen de lo normal).

Básicamente no me he contenido porque últimamente cada vez tengo más ganas de escribir, lo que ocurre es que estoy planteándome la creación de un nuevo blog así que pido disculpas a mis lectores.

Un saludo a todos.

viernes, 10 de julio de 2009

Vacaciones de verano para mí...

Quiero una isla desierta.
Un sitio al que escapar y pensar. O mejor, no pensar.
Un lugar donde se pare el tiempo y el movimiento de las olas decida por mí.

Un espacio donde gritarle al viento todas las penas y que se vayan volando a otros mundos remotos.

... Pero como no tengo dinero suficiente para comprarme una, optaré por hacer de esta noche de viernes una gran velada con el objetivo de ir mejorando la tónica del verano.

Antes, en verano, todos los días eran iguales. Hasta que uno empieza a salir cada vez más y observa en cuestión de muy poco tiempo que Jerez entre semana está muerto y que probablemente no tardará en estar muerto también los fines de semana.

Aunque, por suerte, siempre queda tanto playa como fiesta a unos 10 o 15 minutos en coche, claro que el que conduce no consume nada, y eso ya le quita la gracia al asunto, por no hablar del tren, que te marca un horario en el que no puedes volver antes de las... ¿6 de la mañana?

No obstante, no hay que encasillar así las vacaciones. ¿Ya irán surgiendo cosas? No lo sé, pero procuraré no aburrirme, que la veintena no está para desaprovecharla.

miércoles, 1 de julio de 2009

¿Sueño, pesadilla o premonición?


No sé por qué, pero hace varias semanas que siempre recuerdo algo de lo que pasa por mi mente durante el descanso nocturno diario. Antes jamás se me venía nada a la cabeza, dormía varias horas de un tirón, iba al servicio y volvía a dormir hasta que mi cuerpo se veía saciado de relax.

Sin embargo, como he dicho, llevo varias semanas despertándome muy sorprendida por venirme tantas imágenes nada más abrir los ojos. Al rato se me olvidan, sí, pero sería capaz de escribir algo justo después de abrir los ojos.

Hoy ha sido un despertar muy sonado. No sé cómo calificar todo lo que he visto antes de ser plenamente consciente de mí misma... Algo que no quiero que pase pero que veo venir en la realidad inminentemente. Un hecho que me hará un daño terrible e impulsará un cambio bestial en mi vida.

He llorado mucho en este sueño/pesadilla/premonición. Solo una vez en mi vida me he despertado llorando a raudales, hace muchos años y con una pesadilla, pero esta noche me han saltado muchas lágrimas por dentro, hasta que al fin he abierto los ojos y me he puesto a pensar en ello. Me ha dado la sensación de una ayuda brindada desde el subconsciente, un apoyo, una forma de iluminarme el camino.

A ver si me acostumbro a apuntar lo que recuerde de los sueños. Sería muy interesante rellenar páginas y páginas con esas vivencias oníricas. Y no para comprarme un libro de interpretación, sino para leerlos y analizarlos yo misma.

Y tras la visión de esta noche, me toca decidir a mí.

martes, 30 de junio de 2009

Mañana de verano

- ¿Soñamos?

- ¡Sí!

- ¡Pues abre los ojos!


Este reducido diálogo lo vi escrito tras un asiento de un autobús en Madrid y desde hace meses lo tenía guardado en el móvil esperando una ocasión para plasmarlo por aquí.
Me gustó mucho. Me hizo pensar. Es un mensaje totalmente positivo, eso está claro. No es que me evocara un mundo mejor pero sí personas que todavía confían en él y que se sienten impulsadas a mostrar sus sueños.
Sé que hace mucho que no paso por aquí. No tengo excusa ni explicación. No sé si no he estado inspirada o no me he esforzado para hallarla.
He estado pensando en hacerme un nuevo blog. Es posible que lo haga, ya os diré el nombre. Porque "morircuerdavivirloca" pertenece a una época tan pasada, aunque no se trate de tanto tiempo, que ya me crea cierta discordancia con la realidad. De todas formas, un cambio impondría buscar un nuevo título y eso me llevaría otro tiempo.
No sé cuánto escribiré en verano. Puede que mucho, puede que nada, pero tarde o temprano volveré, cuando tenga repertorio y ganas, lo típico, aunque ya en mi tercer año de carrera de periodismo y comunicación audiovisual quizá debería convertir esto en algo más serio. Tal vez esto sea una razón más para cambiar de título.

Total, ahí os dejo las tres frasecillas al principio de esta entrada, espero que a alguien le haya causado una sensación parecida a la mía.

¡Un saludo y feliz verano!

miércoles, 13 de mayo de 2009

El Secreto de las Camelias

(Crítica Literaria para Géneros de Opinión)

La elegancia del erizo es una historia ambientada en París que se balancea entre la comedia y el drama y en la que Muriel Barbery, la autora, invita al lector a la reflexión sobre el sentido de la vida y la búsqueda de la belleza de las cosas simples. La acción discurre de forma permanente en un edificio poblado de familias de alto nivel económico entre las que destacan dos personajes: Paloma Josse y Renée Michel. Paloma es una niña superdotada de doce años con el propósito de suicidarse ante la profunda convicción de no querer pasar por una absurda existencia similar a la de sus padres y su hermana, a los que considera tristes y falsos. La señora Michel encarna a la portera del inmueble, cuya vida se basa en una gran pasión por la cultura, tan inmensa como su esfuerzo por ocultar su suprema inteligencia. La intervención de un tercer personaje, Kakuro Ozu, cambiará la perspectiva de ambas mujeres para siempre. La autora ofrece esta joya literaria dividida en dos partes entremezcladas: las Ideas Profundas y el Diario del Movimiento del Mundo de Paloma, donde expresa sus sensaciones y su percepción del cargado ambiente burgués, y el relato diario de Renée acerca de sus pensamientos, vivencias y conclusiones. Por medio de un lenguaje claro y directo y de un humor constante, La elegancia del erizo muestra una visión crítica aplastante del mundo de los ricos a través de las protagonistas y enseña no una, sino varias lecciones a lo largo de sus páginas con el objetivo de hacer pensar y, sobre todo, disfrutar al lector. –Marx cambia por completo mi visión del mundo-me ha declarado esta mañana el niño de los Pallières, que no suele dirigirme nunca la palabra. […].
–Deberías leer La ideología alemana-le digo a ese papanatas con trenca color verde pino
. Con estas palabras presentes en la primera página, Barbery embarca al público en una casera aventura que enganchará, enternecerá y sorprenderá, con toda la fuerza que la amistad, el amor y el arte pueden envolver y encandilar tanto a los amantes como a los no amantes de la lectura. En conclusión, una obra rebosante de encanto y sarcasmo que, a la vez que provocará risas, pondrá de manifiesto profundas preocupaciones trascendentales y diferencias sociales y psicológicas todavía muy marcadas en nuestra “moderna” sociedad.

viernes, 8 de mayo de 2009

Mayo

-> No hay nada como pensar en algo deprimente para empezar a hacer dieta <-

Buenos días. Hace dos meses que no escribo. No tengo excusa, no sé decir por qué, he estado metida en mí misma y en otras cosas durante todo ese tiempo sin acercarme al blog. Y lo que me queda, porque este es el mes decisivo. El mes de los trabajos y exámenes a tope, el mes que dirá si tengo segundo de carrera dignamente aprobado o fallido.
De momento, no me agobio. Todavía no los tengo encima, pero conviene ir adelantando, claro. Tengo tareas de lo más variadas: entregar un álbum de fotos (que asciende a 114 fotos, de las cuales he hecho 79 para un reportaje y tengo que imprimirlas toditas todas y colocarlas, lo que no se hace en media horita precisamente), un plan de comunicación interna (del que un par de amigas llevan ocho páginas así de repente mientras yo sigo pensando), la maquetación de un periódico arrevistado, con sus hojas de estilo, páginas maestras, tal y cual (supongo que muchos no sabrán lo que son estas cosas, no pasa nada, solo las digo para dar a entender que también llevan su tiempo, aparte de tener que comerse la cabeza para crear una buena estructura, atractiva y original con la que el profesor piense: "esto es publicable") y la creación en grupo de un artículo de 600-700 palabras sobre el estilo y la vigencia de Larra.
Y luego, exámenes. Literatura, Fotografía, Historia del Periodismo, Infografía y Tecnología de la Información. Juntitos y repartidos en dos semanas, junto con los trabajos antes mencionados.
Pero antes de todo eso... ¡¡Feria de Jerez!!
Empiezo a perder un poco el apetito con todo esto. Sé que me saldrá bien, como siempre, de eso no me cabe duda, pero una siempre se plantea hasta dónde llega la capacidad.

Cabe mencionar la tertulia de ayer en tele que hice con cuatro compañeras más. Palabras textuales del profesor al acabar: "¡de puta madre!". Y a mí me dijo que "fantástico, muy suelta, genial". Vamos, de las otras ya se lo esperaba porque las ha escuchado hablar más pero yo le sorprendí, ¡ja!, que bien que le oí reírse en una de las ocasiones en las que yo intervine. Hablamos de la Nueva Gripe. La situación actual en México, las recomendaciones de la OMS, los medios de comunicación, la ministra Trinidad Jiménez, etc. Me gustó, me gustó, y mira que a mí la tele me repele un poco, pero si hay que hacerlo al lío.

Me temo que esta entrada no tiene nada mucho más profundo. Deberes, anécdotas y poco más. Es muy pronto como para comerme la cabeza para expresar grandes preocupaciones trascendentales. Me costaría tela encontrarlas ahora en mi cabeza. Mira que es pequeño el cerebro y lo que abarca.

Pues eso, buenos días por la mañana y feliz semana (y mes, si tardo mucho en volver).

martes, 10 de marzo de 2009

Profesión de locos versus vida normal


Título:
Primera Plana


(Crítica cinematográfica, contiene spoilers)

Año: 1974

Director: Billy Wilder

Actores principales: Jack Lemon (Hildy Johnson), Walter Matthau (Walter Burns), Austin Pendleton (Earl Williams)

Actores secundarios: Carol Burnett (Mollie Malloy), Susan Sarandon (Peggy Grant), David Wayne (Besinger), Vincent Gardenia (sheriff Peter B. Hartman), Martin Gabel (Dr. Eggelhofer), Doro Morande (Jennie), Jon Korkes (Rudy Keppler), Harold Gould (alcalde), Paul Benedict (Plunkett)

Género: comedia

Producción: Universal Films

Música: Billy May

Lugar: Chicago

Línea temporal: años 20

Duración: 100 minutos

Primera Plana es una obra del año 1974 caracterizada por el género de la comedia. Se podría calificar como una tragicomedia, ya que el tema del que trata es dramático, pero Billy Wilder se ha encargado de hacer que esta trama englobada en el mundo periodístico abriera paso a una divertida película.

Luces, cámara y acción se enfrentan con toda vitalidad a lo largo del filme. La música acelerada, las perspectivas visuales y los complejos escenarios van pasando ante los ojos de los espectadores con un orden y una calidad incuestionables. Con una ficticia sala de prensa como principal entorno, las expresiones de los personajes han sido captadas en el momento y lugar precisos. Y cómo no, unos platós perfectamente ambientados a la hora de aclarar que se trata de la ajetreada vida periodística, con la dicha sala de prensa y la sala de redacción ocupando lugares destacados en los 100 minutos de la historia.

La más preciada joya de Primera Plana se la lleva sin duda el magnífico y espontáneo diálogo que se establece entre unos personajes y otros, haciendo reír y pensar a la audiencia. Hasta el taxista se hace notar con su melancólica frase resignada al responder a la señorita Grant sobre su espera: ¿Por qué iba a importarme? La noche es joven, huele a orquídeas, el taxímetro corre… (y acto seguido, subida del taxímetro).
A pesar de tratarse de un lenguaje específicamente periodístico, se emplean términos asequibles a todo oyente. Incluso se asemeja en mayor medida a la profunda interpretación propia del teatro más que a la puesta en escena cinematográfica de los actores. Se nota que es una buena película de los setenta.

Walter Burns, carismático sujeto, y Hildy Johnson, con su buen talante y profesionalidad, ofrecen a la gran pantalla un auténtico debate sobre la hipocresía de los periódicos que buscan aumentar la tirada a costa del más puro sensacionalismo. Pocos minutos hay que comenzar a ver para llegar a la escena en la que Burns ha de elegir entre varios titulares y, al no gustarle ninguno, empieza con total sangre fría a sugerir hipotéticos y alarmantes títulos para llamar la atención (Todos son una birria. Lo malo es que no se le puede sacar mucho partido a la horca. Si por lo menos tuviéramos silla eléctrica: “Williams en alta tensión”, “Williams se fríe”, “Williams, asado”).

La importancia de la tirada es determinante para Walter Burns, quien quiere mantener a su lado a Hildy Johnson fuera como fuese. Primero, intenta retenerle diciéndole todo lo que hizo por él: le recogió cuando no era más que “un simple gacetillero de notas de sociedad” (clara ilustración del comienzo de todo periodista, puesto que nadie empieza a trabajar por lo alto; otro ejemplo es Rudy Keppler, que antes de llegar a la sala de prensa también hacía notas de sociedad y algún que otro suceso) y le enseñó todo lo que sabía hasta convertirle en el mejor periodista del país. Después, pasa a hacerle toda clase de jugarretas para impedir su marcha, tales como decirle a la futura esposa que es un enfermo, pagar a una familia para que se haga pasar por su mujer e hijos abandonados y, finalmente regalarle su reloj planeando declararle como ladrón para que lo devolvieran del tren a la ciudad, una canallada digna de un personaje al que no le importa en absoluto los medios sino el fin para conseguir sus objetivos.

No obstante, Hildy no quiere quedarse, no quiere acabar como todos aquellos “pobres diablos”, “corrigiendo pruebas encorvados, con el pelo blanco, sin vista apenas y mandando pitillos a los empleados”, una visión realmente triste del trabajo del periodista. Sin embargo, a lo largo de Primera Plana se verá la pasión que guarda en su interior por la investigación y la redacción de un bombazo de noticia como debía ser la suya, en la que exageraba sobremanera el curso de los acontecimientos con el uso de mucha adjetivación y tremendismo.

Finalmente y pasando al montaje, excelente. En varias ocasiones, se suceden imágenes de no más de tres segundos de duración entre las que interactúan los hechos obligando al público a prestar atención. Hay una secuencia en especial en la que, además de dar cuenta del poderoso manejo del montaje, se pone de manifiesto la falsedad y la manipulación de la información que llevan a cabo los periodistas de El Examiner. Se sitúa al final de la película, cuando un hombre da la noticia tal y como es (Han capturado a Williams en la sala de prensa, estaba escondido en un escritorio), seguido por otros dos que sorprendentemente ofrecen, cada cual, una versión exagerada y amarillista de lo ocurrido (Se ha resistido como un jabato pero los guardianes lo han dominado; y Quiso defenderse a tiros pero se le encasquilló el revólver) y finalmente, para rematar la faena, un cuarto periodista añade un dato falso (Le traicionó su amante, que luego arrepentida intentó suicidarse).

En resumidas cuentas, una pequeña obra de arte americana que ha logrado sus objetivos como película crítica y humorística.