martes, 22 de abril de 2008

Karibu

(Entrevista para Géneros)


Calle Santa Engracia nº 140. Nos encontramos frente a una alta puerta coronada por el letrero Asociación Karibu (“bienvenido” en lengua suahili). Se trata de una institución sin ánimo de lucro ubicada en la comunidad de Madrid que pasa los días atendiendo a todos los inmigrantes africanos que llegan en busca de ayuda y de una vida mejor. El director, Antonio Díaz de Freijo, accede a concedernos una entrevista.

Pregunta: He leído que en 1987 comenzó este proyecto. Quería preguntarle cuáles fueron las primeras actividades que se realizaron antes de constituirse la asociación como tal 4 años después, en 1991.

Respuesta: Pues en 1967 empezamos a trabajar un grupo de personas pero bueno, era contactar simplemente con la calle, tener algunas reuniones, hacer algún acto… La cuestión era totalmente informal. Poco a poco se fue haciendo también alguna actividad de asistencia pero era muy esporádica y muy individual. Era entrar en contacto con la gente y es a partir de 1990 cuando empezamos a organizarnos porque éramos un grupo importante de gente y entonces nos reunimos y decidimos hacer la asociación.

P: Tenemos la Asamblea General y la Junta Directiva. ¿De qué se encarga cada órgano y qué cosas cree que podrían mejorar?

R: La Asamblea general digamos que es la que tiene todo el poder de la realización de actividades, de convocatoria, de aprobar todo lo que podamos hacer y decidir, y la Junta Directiva es la junta de gobierno, la que toma todas las decisiones de trabajo, de estudiar lo que hacemos, por qué camino vamos, aprobar la gestión. Después de eso se aprueba todo lo que se hace a lo largo del año, se explica y se da la aprobación por parte de la asamblea general.

P: ¿De qué forma se consigue el servicio jurídico y la integración laboral?

R: Son dos sectores totalmente diferentes que funcionan independientemente aunque puedan tener consultas del uno al otro. El servicio jurídico está establecido por un grupo de abogados que da asistencia a todos los colectivos y personas que se encuentran en situación de cuestiones de dar respuesta a cuestiones jurídicas. En la inserción laboral, el grupo se organiza en dos sectores: uno específico para la mujer y otro para el hombre. Este trata de coger la situación de cada una de las personas que vienen a buscar trabajo y ver la situación en la que se encuentran, si tiene documentos o no. El grupo de inserción laboral de la mujer está más coordinado y unido a actividades formativas. La mujer tiene que hacer previamente el curso de Formación e Integración de la mujer para acceder al ámbito laboral.

P: ¿Cómo llega Karibu a oídos de los inmigrantes?

R: Parte sobre todo de la antigüedad de la asociación. No tenemos medios publicitarios sino que simplemente entre ellos mismos se divulgan sobre ella y prácticamente todos los inmigrantes que llegan a Madrid saben dónde está Karibu.

P: ¿En qué condiciones llegan?

R: Bueno, la pregunta es muy amplia. Depende del origen. Tal como está establecido hoy, el noventa por ciento de las personas vienen traídas por el gobierno desde Canarias, lo que es una forma organizada. No tienen ni conocimiento de la lengua ni papeles, y hay que empezar a trabajar en esos ámbitos. Tienen que buscar posibilidades de protección humanitaria, actividades formativas y toda la asistencia que le da la cobertura de las asociaciones. Y después hay un número muy pequeño que puede venir por otras vías, por ejemplo de Europa o Portugal o que llega directamente al aeropuerto. De estos cada uno se busca la vida individualmente para buscar información y entrar en la dinámica de la asociación.

P: ¿Qué nos cuenta de su experiencia personal en relación con la inmigración? ¿Alguna anécdota?

R: Anécdotas un sin fin. Lo único decir que es una dedicación amplia, muchos años, no sólo trabajo con los inmigrantes desde 1987 sino que yo venía de trabajar en un campo de refugiados en África y eso hace posible que tenga un fácil acceso al colectivo de inmigrantes, conozco algunas de sus lenguas y así tenemos la posibilidad de ayudarles a la integración y comprender mejor la realidad de la situación en la que se encuentran.

P: ¿Qué actitud ve que toma la sociedad frente a los inmigrantes y qué opina sobre ella?

R: Ha habido un proceso que no se puede comparar hoy con la realidad de los años noventa donde la realidad de la inmigración africana subsahariana era extraña en nuestra sociedad, ver un africano en la calle o trabajando… No era fácil entrar en el mundo laboral. A medida que ha ido pasando el tiempo y la sociedad se va habituando a esa realidad también se fueron abriendo puertas y posibilidades de integración.

P: ¿cuál le parece el problema más urgente por resolver en la actualidad en cuanto a inmigración africana?

R: El elemento clave es la obtención de documentos y papeles para regularizar su situación. Esta es la verdadera cuestión a resolver en nuestra sociedad y por parte de la administración del estado.

P: ¿Qué volumen de asociados tiene ahora Karibu?

R: La realidad es que nosotros llevamos atendiendo normalmente en torno a las 6000 personas al año. De las nuevas que llegan hay un tanto por ciento que son el más elevado y hay otras que siguen ahí, que, por falta de papeles, de documentación, no han podido acceder a una regularización y que siguen solicitando nuestra ayuda o participando en diferentes programas, posibilidades y servicios que tiene la asociación.

P: Para terminar, ¿cuáles son sus expectativas sobre el futuro?

R: Aquí las expectativas de futuro no son nuestras sino que es ver la realidad. Podemos tener opiniones, podemos pensar que el tema de la inmigración es aún un tema incipiente que está empezando y que se va a desarrollar cada vez más. Podemos pensar que para dar respuesta a esto hay que abrir más cauces, más posibilidades de legalización. No se puede estar en esta actitud negativa de no dar respuesta a personas que están aquí, que viven en medio de nosotros y que es absurdo que vivan sin posibilidades laborales, sin documentos adecuados, documentos que le permitan integrarse plenamente en la sociedad. Esas son respuestas que hay que dar al colectivo de inmigrantes africanos que aquí buscan una salida. La mayoría han dejado a su familia y necesitan recursos para salir adelante.

Ya sabemos un poco más sobre el mundo que nos rodea y la predisposición humanitaria de determinadas personas que deciden emplear su tiempo y su vida en ayudar a los más necesitados. Las respuestas de Antonio suponen un escalón más hacia la solución de uno de los problemas actuales más emblemáticos que caracterizan a nuestro país: la integración política, social y laboral de los inmigrantes.

1 comentario:

Santiago Chiva, Granada dijo...

Hola.
La inmigración tiene una cara humana; me ha gustado la movilización que -por encima de ideologías y creencias religiosas- han hecho en el Reino Unido el grupo “Strangers into Citizens”. Austen Ivereigh, su principal promotor ha explicado en Granada el pasado fin de semana cómo han logrado que los tres principales candidatos para la alcaldía de Londres de las municipales que se celebran –el conservador, el laborista y el liberal- apoyaran su propuesta, que la Cámara de los Comunes la haya discutido y que el partido liberal la haya hecho suya.
Su planteamiento no es solidaridad ingenua sino puro pragmatismo británico: sacar del limbo legal en que se encuentran cientos de miles de personas que nunca podrán ser repatriadas por el inmenso coste que supondría. No es una tarea popular: la objeción que se le pone -el posible efecto llamada de una medida como ésta- es seria. Sin embargo la propuesta humanitaria es compatible con la fortaleza del Estado en el control de fronteras y contra la delincuencia. Un ejemplo de movilización ciudadana desinteresada del que los españoles podemos aprender mucho…

Santiago
http://opinionciudadano.blogspot.com/