miércoles, 23 de abril de 2008

El país de los espejismos democráticos

(Crónica escrita a partir de la información de un documental)

Túnez, situado al norte del África islámica, es uno de los países más emblemáticos política y culturalmente. Aunque su objetivo es alcanzar en el 2030 el nivel europeo, actualmente se contempla un lento avance desde su independencia de Francia, una prudencia que hace de Túnez un territorio repleto de espejismos en materia de derechos.
Vale, se advierte un buen nivel económico y un mejor nivel de alfabetismo; el más elevado, de hecho, de los países islámicos, pero aún queda mucho por hacer. Hay miedo al cambio, desconfianza, falta de tradición, lo que genera el interés de la opinión pública mundial ante unas circunstancias tan denunciables todavía hoy en día, como la falta de libertades fundamentales, que deberían estar más que extendidas de forma universal.

Para empezar, se observan las condiciones impuestas a los periodistas. No existe la libertad de expresión, nunca ha existido y no tiene pinta de comenzar a fomentarse, ya que hasta los contenidos de la red se vigilan y se imponen penas de cárcel a quienes difundan determinadas informaciones.

El turismo es otra cuenta pendiente. No se sabe si su retroceso se debe al conflicto islámico o a la propia falta de cobertura tunecina en cuestión de agentes. No obstante, el temor de los visitantes al terrorismo constituye un impedimento más que manifiesto, por muy variadas que sean las opiniones en este campo.

No puede faltar el caso de la mujer, en el que destaca la vuelta al pañuelo después de una prórroga que parecía acercarse un mínimo a la democracia. No, ahora son ellas las que reivindican su deseo de cubrirse la cabeza, aparentemente con motivos más políticos que religiosos. Curiosa y paradójica iniciativa a estas alturas de la historia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Consideras bueno un alto nivel de analfabetismo?
Fascista!

u-u