sábado, 29 de marzo de 2008

Microrrelato I.2, temática: erótica

Para comerte
"Estás para comerte", dijo Ángel no en vano. Y con razón.
En aquel banco, en medio del sombrío parque, no se oían más que los besos de Gabriela por su cuello, provocándole una de tantas mortales erecciones que le volvían loco.
Ángel recorrió con su lengua la espalda más sensual que había visto nunca y fue deslizando la mano hacia el sexo de ella. Lo acarició, primero despacio y cada vez más rápido, excitándose sobremanera al escuchar gemir a Gabriela y ver su rostro: ojos cerrados y boca abierta de lujuria.

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