miércoles, 2 de enero de 2008

Planes

Los planes no te organizan la vida; te la consumen. Día tras día te levantas y ni siquiera aprecias el desayuno que te ha faltado todo el tiempo que no estabas en casa, sólo piensas en después, en la mañana, en la tarde, en lo que puedes hacer o no.
¡¡Un poco de espontaneidad!!
Despiértate, quédate unos minutos en la cama, observa tu habitación, tus posesiones, todo lo que tienes por haber nacido donde has nacido con sus correspondientes condiciones. Entonces, cuando seas capaz de sonreír, te habrás despertado del todo, mientras tanto permanecerás sumido en el sueño de la más absoluta ignorancia y desagradecimiento. Aunque claro, pensar tanto nada más abrir los ojos no es tan fácil, pero se supone que deberías sentir tu dicha automáticamente con un poco de práctica. O dedicarte a pensar toda la vida en las siguientes horas en vez de justo en lo que estás haciendo en este mismo instante, tú eliges. También te puedes quedar en el justo medio, indiferente pero contento. O simplemente indiferente. Las posibilidades son infinitas. Todo lo infinitas que te permitas tú mismo, claro.
"¿Por qué no pruebas a hacer lo que te apetezca?". Muy buena pregunta y bien dirigida que me hizo una persona muy especial, la más especial, hace poco. A la yugular!
Probémoslo pues.

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