viernes, 14 de noviembre de 2008

Los soldados en casita

(Columna para Géneros de opinión sobre el papel de las tropas españolas en Afaganistán y su valoración)

Si hay que buscar alguna resolución acertada en la labor gubernativa, ya la tenemos: no enviar más tropas españolas a Afganistán. Ya iba siendo hora de que nuestro país intentara ayudar a resolver el conflicto de forma más pacífica que contribuyendo con cientos de soldados por una causa perdida, por un problema entre un Oriente Medio en el que ni los propios individuos se ponen de acuerdo entre ellos y una superpotencia que, con tal de extender su dominio aunque sea en la otra punta del mundo, derramaría mares de sangre.

Gobierno y PSOE han manifestado el inteligente rechazo hacia aumentar las tropas. No lo ha dicho nuestro mismísimo presidente Zapatero, que estará muy ocupado con las movidas del G20 pero bueno, lo ha comunicado el vicesecretario general del PSOE, José Blanco. No es para menos teniendo en cuenta que no hace ni una semana que murieron dos soldados españoles y cuatro resultaron heridos a causa de un atentado suicida el pasado domingo. Este fanatismo sí que traerá el apocalipsis, agárrense.

No obstante, Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, se ha encargado de declarar lo orgullosos que deberíamos sentirnos los españoles por la labor llevada a cabo en Afganistán y “no tener ningún complejo”. Particular gracia me han hecho estas cuatro últimas palabras. Cómo se nota que no ha perdido a nadie en la guerra, señor mío. Espero que no tanta gente se sienta satisfecha de esta inepta e improductiva contienda.

Para más inri, el PP, sin venir a cuento, asegura la protección de los soldados que lleven a cabo actividades fuera de España (a saber cómo un grupillo de políticos puede garantizar esto) y reclama unidad de pensamiento en el gobierno sobre este tema. Alguien tendrá que recordarles que ya se ha tomado una sabia decisión.

1 comentario:

Raquel T. dijo...

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