viernes, 24 de octubre de 2008

Bienvenidos de nuevo

Shock. Impacto con la realidad.
Hace bastante que no escribo para la periodicidad con la que lo hacía antes pero no se preocupen, he vuelto, y la motivación que me ha traído hoy a volver a darle vida a este blog se basa en un cabreo.
Un cabreo brutal y profundo que no experimentaba desde hace muchísimo tiempo, años quizá.
Consiste en la impotencia que se siente al pensar, posteriormente a una situación, en lo que se podía haber dicho. En todo lo que se podía haber soltado por la boquita que se merecía esa o esas personas.
¿Por qué vengo con esto tan mosqueada? Porque me toca los cojones que la gente se meta en mi vida. Me toca muchísimo los cojones, no os hacéis una idea de cuánto me los toca.

Todo empezó con graciosos comentarios en mi presencia sobre mí. Luego notitas pilladas in fraganti escritas en mis propias narices que, curiosamente, también hablaban de mí (está claro que la gente no tiene mucho más tema de conversación que la vida de los demás). Finalmente, una frase dirigida en mi mismísima cara como un "zás, en toda la boca" que me ha terminado de fastidiar del todo. ¿Y qué he hecho? Pues, tal y como aparece en muchos libros, películas y demás, me he callado la boca como una puta.

Sí, es una entrada poco formal esta, pero me da igual, para algo es MI blog, es MI vida y son MIS ganas de redactar como me salga y soltar todos los tacos que me apetezca.

Conclusión: aquí estoy, muerta del asco conmigo misma porque, una vez más, como en los viejos tiempos, no dije lo que debía decir, sino que me quedé cohibida, sorprendida, como un pajarillo arrinconado en una esquina de su jaula con la garra del gato intentando pillarle.

A ver si la próxima vez soy un poco más Piolín y mando a tomar por culo al Silvestre de los huevos.


Bienvenidos de nuevo a mi mundo.

1 comentario:

Unknown dijo...

"Más vale una vez colorada que cien amarilla"

Te lo dije con el comentario graciosillo, más tarde con la notita y ahora con el nuevo comentario.
Un corte a tiempo evita bastantes malos rollos. Las cosas claras y el chocolate espeso.

Venga, un beso, preciosa.
Te Quiero Mucho.