martes, 27 de mayo de 2008

El camino hacia una macroeconomía peruana

(Crónica para el último examen de Géneros hecha a partir de un documental)

Callao es una muestra de la próspera salud económica del país. Decenas de barcos llegan y salen del puerto favoreciendo la explosión de intercambios comerciales que Perú necesita para su creciente auge.

Se podría decir que este país ya se ha convertido a la globalización. La apertura mercantil ha sido el motor de desarrollo que ha llevado incluso a la construcción de numerosos megacentros de consumo, en los que vemos mayoritariamente a jóvenes de un lado para otro fomentando un consumo casi inconsciente mientras que para la mayoría de la población la realidad es otra:

papas. Una vida de papas. Una tremenda cantidad de familias que solo se alimentan de lo que cultivan, papas, acompañadas alguna vez por trigo, todo un manjar. Padres y niños cavando y arando a pleno sol por el desarrollo de un proceso industrial de la papa (curiosa prioridad para un país).

La economía se desplaza en cierto modo hacia Cuzco en un intento de mezclar comercio y cultura pero la ciudad se resiste. Su mismísimo alcalde aboga por los derechos humanos y rechaza el deseo centralista del gobierno, demostrando que la cruda verdad sobre Perú consiste en un capitalismo salvaje.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Papas? ¿Que son papas, tessssoro?
(Si no lo decia, reventaba)

M@Rí@ dijo...

Jajajajaja, frikiiii