domingo, 13 de abril de 2008

Limón y sal

"He disfrutado tanto del filete de pechuga que la natilla de chocolate me ha asqueado". - he pensado al terminar de comer.

Me he levantado tarde. He visto la vitrina con los postres y me he alegrado de que hubiera piña y la susodicha natilla de chocolate. Cogí pasta que apenas comí. Al cabo de todo el año a base de hidratos de carbono una se va cansando, y encima justo después de despertarme. El filete estaba bueno. A la mitad me di cuenta de que no lo estaba degustando todo lo que debía, ya que no siempre está tan tierna la carne en el comedor. Más bien escasamente. No era consciente de la pechuga de pollo que consumía, uno de mis filetes favoritos.
Y cuando llego a los tan deseados postres, corto la piña, la mastico, y en cuanto bebo agua para quitarme un poco la acidez me acomete un sabor extraño y algo desagradable. Echo de menos las piñas naturales de mi casa... La natilla sabía como siempre, pero ya me encontraba llena y me da que la acabé por pena, pues no me apetecía tanto como al principio.

Esto no es una tragedia. Ni siquiera es mínimamente relevante. Solo me paré a pensarlo como un ínfimo ejemplo de que miles de cosas que esperamos en la vida no salen como queremos, y así salimos del paso, recibiendo palos extra. Ahora podría tirarme el día pensando en que no debería haberme tomado esa natilla o que tendría que haberme deleitado un poco más con aquel filete... Pero quedarse anclado en el pasado no sirve para nada, solo para fomentar un puto retroceso mental que no te permite aprovechar el resto de tu día, de tu tiempo y de tu vida.

Así pues, que viva la nueva mañana con sol y algún que otro nubarrón de por medio. A ver qué aventuras me esperan hoy.

Pd: ayer por la tarde tuve un reencuentro con Abi, una amiga de Asturias que conocí hará cuatro años en uno de los veranos que fui a Irlanda. Estuvo muy bien recuperar el contacto, ya que las dos estudiamos en Madrid y llevábamos todo el curso pensando en quedar un día de estos. Es bonito recordar viejos tiempos...

Os dejo con una canción de Julieta Venegas:

Tengo que confesar que a veces
no me gusta tu forma de ser
luego te me desapareces y no entiendo muy bien por qué
no dices nada romántico cuando llega el atardecer
te pones de un humor extraño con cada luna llena al mes.

Pero a a todo lo demás le gana lo bueno que me das
sólo tenerte cerca siento que vuelvo a empezar.

[Estribillo:]
Yo te quiero con limón y sal,
yo te quiero tal y como estás,
no hace falta cambiarte nada,
yo te quiero si vienes o si vas,
si subes y bajas y
no estás seguro de lo que sientes.

Tengo que confesarte ahora
nunca creí en la felicidad
a veces algo se le parece,
pero es pura casualidad.

Luego me vengo a encontrar con tus ojos y me dan algo más
solo tenerte cerca siento
que vuelvo a empezar.

[Estribillo]
Yo te quiero con limón y sal,
yo te quiero tal y como estás,
no hace falta cambiarte nada,
yo te quiero si vienes o si vas
si subes y bajas y
no estás seguro de lo que sientes.

Solo tenerte cerca
siento que vuelvo a empezar...

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