
Un fin de semana en el que nada más llegar hasta que me fui no dejé de sentirme animada y feliz con todo lo que hacía.
Un sábado en el que me levanté a las 6 de la mañana rumbo a Jerez con un sueño mortal que se me pasó al dormitar en el AVE Madrid-Sevilla. Como siempre, me monté en el primer vagón del regional Sevilla-Jerez, por lo que al llegar al destino volví a ver pasar a Ale a gran velocidad delante de mis ojos sin que advirtiera mi presencia pegada al cristal de la puerta y me recorrí los vagones hasta, por fin, llegar a él.
Pasamos por los gitanos. Un montón de bragas feas con carteles donde anunciaban 4 BRAGAS POR 5 EUROS 100% ALGODÓN. Y luego te pones a observar las etiquetas y ponen 95% de cualquier otro material. Para un jersey que vi sin mangas y me gustó, costaba 12 euros. ¡Te quiere i ya por ahí!
Después de comer tuvimos una tarde tranquila, propia de invierno (aunque hacía buen tiempo pero tampoco se nos ocurría mucho que hacer a las 5 de la tarde), escuchando musiquita, en especial Boards of Canada, electrónica. Ya os diré un par de nombres de canciones.
Alrededor de las siete tiramos para Hipercor a dar una vuelta y, ¿qué nos encontramos? Patines de oferta. ¿Nos los compramos? ¡La respuesta es sí!
Deseando estrenarlos, nos tiramos hasta las tres y pico de la mañana (hora cambiada) aprendiendo, dando nuestros primeros pasos sobre superficies brutalmente inestables. Pasamos por tres aparcamientos debido a las malas condiciones del primero, que apenas dejaba deslizarse, y porque en el segundo nos apagaran las luces, lo cual era bastante peligroso.
Evidentemente no sabemos patinar todavía, el domingo por la mañana seguían llevándonos los pies a nosotros en vez de nosotros a ellos, pero vamos mejorando, y tenemos un mono impresionante.
Me he saltado la cena del sábado: telepizza, para variar en las últimas dos o tres semanas. 2x1 familiar. Nos invitó a gran parte de la comida la abuela de Ale, toda amable ella, entre eso y que no fuimos al cine (¡dos fines de semana sin ir al cine!) nos salió bastante baratita la cosa.
Y nada, a holgazanear después de comer otra vez y para Sevilla por la tarde-noche.
Ha sido un finde muy sencillito, corto y realmente espectacular para mí. No puedo menos que sonreír de pensar que se puede repetir semana tras semana :).
Pd: nunca he aprendido a patinar porque me daba miedo y no me decidí nunca a comprarme patines y probar yo sola, para no caerme delante de la gente, que me echa mucho para atrás. Un sueño más se está cumpliendo :D.