lunes, 17 de diciembre de 2007

Hogar, dulce hogar

El cielo parece un mosaico... Todo lleno de nubes que se desplazan dejando resquicios por todos lados, todas viajando compactamente y abriendo y cerrando a la vez huecos por donde asoma el azul más limpio que pueda existir.
El sol aún se esfuerza por brillar más allá de donde le permite el atardecer. El pino en primer plano recuerda más que nunca a la Navidad. El viento lo azota haciendo notar el tremendo frío propio de la época cuyo vaho de nuestras bocas nos situará de nuevo entre escaparates y luces, forrados de lana hasta los dientes y abrazados a quien más queremos.
El calor del hogar está muy cerca... Casi puedo sentirlo ya.

Pd: también empezarán a llover críticas sobre la falsedad de la Navidad, la peor etapa para quienes no pueden permitirse vivirla a fondo, etc. Soy consciente de ello. Solo que ahora estaba observando a través de la ventana y no siempre es plan de pensarse tanto qué escribir, mejor dejarse llevar...

1 comentario:

Unknown dijo...

Pues nada, a disfrutar de la Navidad

Te Quiero